Termina el mes de Agosto y hemos visto que la Dirección del Hotel Hesperia Tower de Barcelona decidió CERRAR el hotel durante el mes de Agosto.
Desde luego, si no me falla la memoria, es la primera que vemos un caso igual en un hotel urbano de uno de los destinos europeos más demandados.
Es lógico, lícito y normal que en zonas vacacionales, los hoteles cierren puertas cuando no tienen demanda. Así se ha hecho y se hará siempre que el destino no sea capaz de cambiar la tendencia de su estacionalidad. Aquí está la perfecta "coartada": No hay demanda.
La novedad reside en que es un hotel urbano en destino principal y uno de los hoteles llamados a ser bandera de la ciudad (según mi opinión, su ubicación nunca le convertirá en referente de la ciudad).
Por la parte operativa, se tomó una decisión difícil: 1) Comunicar a sus clientes (pocos o muchos) que se les cambia por hotel 2) Sin tener hoteles del mismo grupo en el mismo destino, aún hubiera resultado más difícil (por las supuestas compensaciones otorgadas a los clients) el punto 1.
Por la parte de recursos humanos, se tomó una buena decisión: 1) Todo el personal hace vacaciones 2) El personal contento porque disfrutó de sus vacaciones en Agosto -insolito en hostelería-
Por la parte financiera, creó que se tomó una sabia decisión: Fundamentalmente porque se harían los numeros previamente y se determinó que el lastre económico sería menor cerrando el hotel que manteniéndolo abierto con baja ocupación.
Y por la parte del cliente??? se nos llena la boca de cultura 2.0 y resulta que a la primera que la cuenta de explotación se resiente, tomamos la decisión unilateral de cerrar el hotel sin consultar a los que nos habían reservado.
La medida es tan lícita como la práctica del overbooking.
Sin embargo, tengo la percepción que se nos llena la boca hablando del 2.0 y seguimos viendo a los clientes al otro lado de la barrera.
La Dirección del hotel justificó el cierre por una serie de reformas necesarias para la acogida de un grupo en Septiembre (nada más y nada menos que la presentación munidal a concesionarios y prensa especializada del último coche de Ford).
De todas maneras, todos somos mayorcitos como para saber que el motivo principal fuera otro.
En fin, supongo que la ocupación de algún hotel de la cadena Hesperia en Barcelona lo habrá agradecido.
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