miércoles, 18 de junio de 2008

Diplomatt Hotel y Grand Hotel en Estocolmo


Continuo la serie de entradas a cerca de los hoteles más representativos en los que he pernoctado. En esta ocasión, hablaré de 2 hoteles de Estocolmo.

Debo confesar que tengo debilidad por los paises nórdicos, en especial Suecia y Noruega ya que por motivos profesionales los he visitado asiduamente durante 7 años y la entente con la gente de allí ha sido muy satisfactoria la mayoría de ocasiones.

He tenido oportunidad de quedarme en bastantes hoteles pero tal y como he empezado la entrada, explicaré mi experiencia en 2 hoteles de Estocolmo.

Empiezo por el Hotel Diplomat que si puedo, volvería a alojarme por su personalizado servicio y porque transmite toda la hospitalidad y calidez que un hotel del tamaño del Grand Hotel no puede en ningún caso ofrecer.

El Hotel Diplomat es un hotel independiente. Se abrió en el 1968 y está ubicado en un edificio modernista situado en en el centro de Estocolmo (a unos diez minutos a pie del corazon de la ciudad), en el elegante bulevar Strandvägen, con unas fabulosas vistas sobre el lago Nybroviken y muy cerca del famoso museo Vasamuseet que muestra el único barco del siglo XVII que hoy día puede ser visitado. Está en un barrio residencial de clase acomodada, Östermalm, con presencia de oficinas pero con posibilidad de shopping, cultura, gastronomía y vida nocturna pero lo que vale la pena es andar por el centro de Estocolmo y "experimentar" Gamla Stan por ejemplo.


El Hotel rebasó mis expectativas ampliamente. Check in rápido y preciso, habitación estupendamente presentada (servicio de cobertura o "descubierta" incluido), muchas amenities en el baño y el balcón frente a los muelles de Nybroviken. El desayuno también estuvo por encima de las expectativas. Servicio esmerado y rápido sin presencia de máquinas surtidoras de zumos o café que auyentan la elegancia en el servicio. El Bar es un espacio coqueto y me pareció punto de encuentro de gente local (puedo estar equivocado porque el hotel ofrece espacios para conferencias y tal vez estuvieran allí por este motivo. Lo que no tengo duda es que se trataba de gente local). Sin embargo, lo que más me impactó fue el ascensor que conservan (sé que el hotel se reformó en 2004-2005 y yo estuve antes por lo que no puedo confirmar que aún dé servicio o ni siquiera que aún esté.) que debe ser de la primera mitad del siglo XX. Una verdadera declaración por el buen gusto.



Hotel con personalidad altamente recomendable.


El Grand Hotel Estocolmo está en el círculo de hoteles famosos mundialmente entre cosas por su relación con los Premios Nobel.


Sus vistas a Gamla Stan, el puerto de Estocolmo y el Palacio Real son únicas. Mi estancia allí cumplió expectativas sin más. Que puedo esperar de un "Leading Hotels of the World"? malas instalaciones y mal servicio? por supuesto que no. El check in fue ágil a pesar de que eramos un grupo. La habitación amplia con modernas commodities (banda ancha, B&O productos). Lo mejor del desayuno es el espacio donde se sirve ya que goza de fantásticas vistas al puerto.

Lo que sorprendió más es uno de los salones de reunión, el Vinterträdgården, por su inigualable altura (alrededor de los 10-12 metros) que daba la sensación de haber albergado un teatro o similar. No pude averiguarlo y no hay mención en su sitio oficial.












Aunque vista la foto antigua, tal vez tan solo era un jardín de invierno.

También, el equipo de conserjería me dejó un magníficio recuerdo por sus sugerencias de restaurantes y soluciones para reservarnos cenas siendo un grupo importante.

Excelente Hotel!!!

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