martes, 14 de octubre de 2014

Economía colaborativa; apartamentos turísticos e imposiciones del siglo pasado

Los apartamentos turísticos han llenado muchas páginas de blogs, foros, diarios e infinidad de impactos en redes sociales los últimos meses. La mayoría negativos. 

Desde el lado hotelero se pretende prohibir la actividad por intrusismo.
Desde la administración competente se intenta poner trabas a dicha actividad por la presión ejercida por el lobby hotelero y las recientes noticias negativas sobre el impacto de distintos barrios, especialmente, afectados por la proliferación de apartamentos turísticos (Barcelona, Valencia,…) parece que han acelerado alguna medida que , por el momento, no arregla nada.
Desde el mayor operador y distribuidor de apartamentos turísticos en Internet se pretende agigantar su negocio a la velocidad de la luz bajo el paraguas de la economía colaborativa a una actividad ya no emergente sino que compite directamente con la hotelería tradicional.
Los usuarios demandan apartamentos turísticos casi tanto, o más según el destino, que hoteles tradicionales.
Los vecinos de barrios con alta presencia de apartamentos de turísticos protestan.

La partida está al rojo vivo.
Sin embargo, nada se ha hablado de la oportunidad que tienen las administraciones para reformar modelos impositivos obsoletos.

En plena crisis de ocupación, no puede ser que los autónomos tengan las cargas que tienen.
No puede ser que un taxista deba pagar una fortuna por una licencia que los chóferes de Über no necesitan para realizar su actividad.
No puede ser que los hoteles paguen por partida doble los mantenimientos y los certificados que tramitan las entidades concesionarias de la administracion (si, lo has visto…las ECAs).

Ah amigos…con la iglesia hemos topado.

Lo que tengo claro es que la irrupción de nuevos modelos económicos debería crear un debate en las administraciones para tratar de acabar con lo obsoleto y ser justos con los players tradiciones y los nuevos players en cuanto a cargas impositivas.
Pero parece que están más entretenidos llevando inspectores al barrio de la Barceloneta o proclamando a los cuatros vientos lo majos que son con datos que refuerzan la sensación de que los apartamentos turísticos cada año que pasa alojan a más y más viajeros y siguen sin contribuir al PIB.  

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