Siempre han existido críticos con el modelo de turismo de Barcelona ciudad. Ya, desde pocos años después de los Juegos Olímpicos del
1.992 aparecieron las primeras con la proliferación de hoteles nuevos en Ciutat
Vella.
Sin embargo, seguimos siendo mayoría los que
pensamos que el modelo es fuente de riqueza.
Los críticos centran sus argumentos en la decadencia
del barrio de Ciutat Vella. No van desencaminados. En su columna de hoy en La Vanguardia , Quim Monzó
titula: “La ciudad bastardeada”.
No hace muchos días, otro periodista, Nicola Padovan
publicaba en el diario Ara un artículo ("Barcelona i Turisme: en parlem?") donde vaticinaba que Barcelona acabaría,
igual que Venecia, como ciudad entregada al turismo de masas y que no todo lo que reluce es oro.
DISCLAIMER: Los 2 artículos de Quim Monzó y Nicola Padovan no pueden ser leídos íntegramente ya que están en las secciones de pago de los mencionados periódicos. Aquellos interesados en leerlos al completo que dejen un comentario. Se los enviaré).
Contrarrestando a los mencionados, José Antonio
Donaire publica “la Tercera vía” en su blog y que, apuesta, por una solución similar a la propuesta de este
post.
Para ponernos en situación: el turismo supone casi
el 20% del PIB de la ciudad. Barcelona es el cuarto destino europeo urbano en número
de visitantes anuales. Barcelona es líder en salidas, llegadas y escalas de
cruceros en el mar Mediterráneo. A pesar del crítico entorno económico,
Barcelona sigue en la cresta de la ola en el segmento de “escapadas” en el viejo
continente. Datos beneficiosos para el destino.
No todo son alegrías, claro…
Las muchas aperturas de hoteles en distritos del
centro de la ciudad han supuesto una casi desertización de los barceloneses en
esos distritos (Cabe destacar que el exclusivo Passeig de Gràcia sufrió el
mismo proceso de desertización pero no con el turismo, sino con la especulación
del ladrillo y transformó la elegante avenida en una vía con poquísimos vecinos
y demasiadas oficinas). El cierre masivo del comercio tradicional y sustituido
por la nueva demanda existente contribuye a esta desertización de residentes (tiendas
de souvenirs sin control a pesar de las normativas municipales; cierre de
librerías para abrir locutorios o cafés Internet y así un sinfín de ejemplos……).
Los críticos temen que este gueto guiri, en el que
se ha convertido Ciutat Vella se extienda a otros barrios colindantes y acabe
afectando a gran parte de la ciudad.
En mi opinión, se debe regular varios puntos que son
estratégicos para que tal expansión NO ocurra:
El primero parte del propio Ayuntamiento de
Barcelona. Han modificado el plan de usos de Ciutat Vella dando cabida a casi
400 posibles nuevos establecimientos. El ánimo recaudatorio municipal me parece
el primer causante de tal desaguisado. Epic fail que se dice en Twitter. Regulación
y limitación de los equipamientos turísticos.
El segundo parte del propio Ayuntamiento de
Barcelona. No hacen cumplir con rigurosidad la normativa de aperturas de
tiendas. Abren y cierran más de las debidas. De nuevo regulación y limitación
de equipamientos.
El tercero parte del propio Ayuntamiento de
Barcelona. La burbuja del “ladrillo” ha convertido mucho edificio en
apartamentos turísticos (los hay con licencia pero los hay y muchos, sin licencia).
Regulación e inspección de los establecimientos extras hoteleros.
El cuarto parte del propio sector hotelero: A pesar
de la crisis, el turismo en Barcelona aguanta las embestidas con cierta
fortaleza. Motivo suficiente para aplicar aquello tan especulador: “las crisis
son oportunidades”. Limitación en la expansión de nuevos hoteles ligado
directamente al primer punto.
El quinto parte del propio sector hotelero: Como,
excelentemente, Ildefonso Moyano en explícito artículo nos cuenta el mayor de
los retos de la hotelería en Barcelona: Somos los cuartos en Europa que más
vendemos nuestro destino pero somos el que peor lo vende des del punto de vista
monetario. Sin duda alguna, para este apartado Barcelona necesita algo que,
ahora mismo, parece muy lejos de conseguir: Que el aeropuerto internacional El
Prat sea un verdadero hub intercontinental que aportaría ese viajero trasatlántico
que hoy día nos visita, únicamente, para embarcar en un crucero.
El más arduo
de los puntos ya que para conseguirlo, se requiere una infraestructura que la
ciudad no dispone. Por tanto, la oferta seguirá por encima de la demanda. Por tanto, difícil tarea la de aumentar el RevPar de la ciudad.
Difícil momento vive la ciudad pero momento de tomar
decisiones. Decisiones decisivas para la buena salud del sector, por ende, la
buena salud de Barcelona.
Ya sabemos que todo tiene un coste; pero hagamos que
el coste sea el justo y no sobre dimensionado; aceptando que sin sacrificios no
hay beneficios.
1 comentario:
Estic molt trist amb el que s'està convertint Bsrcelona. Fa molt de mal veure que la teva ciutat es converteix en um lloc desconegut. La massificació es constant dia i nit. No hi ha veïns, només turistes. Quant es farà alguna cosa? Fins quant podrem continuar així?
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