jueves, 5 de noviembre de 2009

Actitudes del hotelero propietario durante la crisis

Hoy nos voy a hablar de destinos, ni hoteles, ni costes ni distribución, ni tan siquiera del entorno 2.0.

Quiero hablar sobre la actitud generalizada del empresariado durante un período de crisis como el actual.

El escenario es nuestro país, España, uno de les tres destinos líderes turísticos durante los últimos 30 o 40 años.

Para poner en escena mi reflexión, divido la planta hotelera en dos: Aquellos establecimientos con cargas financieras y establecimientos sin cargas financieras.

Resulta lógico y lícito que el empresariado frente a un período de crisis quiera mantener sus márgenes de explotación.

Si esta prevista una reducción importante de ingresos y se quiere mantener el margen, hay que recortar gastos. De esto, nadie tienes dudas.

Y claro, lo fácil, es recortar en una de las partidas que supone un importante porcentaje de los costes fijos, el personal olvidando que la hotelería es servicio y que el servicio lo dan las personas.


Y aquí, empieza mi reflexión. Lo que puede resultar lógico y lícito puede no ser normal.

Los datos económicos tan terroríficos en sectores industriales como la construcción o la automoción no se han dado en el turismo.

A pesar de los pesares, se va aguantando –de mejor o menor manera en función de la principalidad del destino que nos ocupe-.

Entonces, porque sigue la mayor parte del empresariado recortando en personal frente a renunciar a beneficios durante la crisis?

Creo que hay dos motivos fundamentales:

1) No sé es consciente -o no se le da importancia- que el recorte de personal repercutirá en el servicio, y éste empeorará la reputación del establecimiento con el coste de perdida de huéspedes y magnificará el coste por recuperar esos huéspedes perdidos.

Es un problema de formación empresarial.

2) Nadie quiere renunciar a sus beneficios

Somos el país de la improvisación. Frente a la crisis, tomamos decisiones basadas en el “ya mismo” como bajar precios para desviar demanda, despedir personal, parar campañas de marketing………………. Acciones, todas ellas, encaminadas a minimizar el golpe por el descenso de ingresos sin pensar en que aquéllas pueden hacernos perder el posicionamiento en el mercado en un “pis pas” cuando nos ha costado años y años conseguirla.

Honestamente –no soy propietario-, pienso que podría renunciar a 1 año de mis beneficios cuando llevo más de no sé cuantos con beneficios.

Y sería una estrategia conservadora: mantener el punto de equilibrio incluyendo cargas financieras.


Y aquí surge el que me parece El otro gran Problema actual que afecta, sobre todo, a los grupos hoteleros (cuanto mayor es el grupo, más problemas financieros):

Durante la burbuja económica, no solamente las familias, sino que las empresas se financiaron de manera tan brutal que en el momento que la efervescencia económica disminuyera el crack se produciría rápidamente.

Y esto es lo que está ocurriendo a algún que otro gigante hotelero nacional:

Demasiada carga financiera + altos alquileres = Recorte gastos fijos = Hachazo.

Frente a esta situación, el resultado es: liquidación de patrimonio para asumir parte de la deuda financiera, fusiones poco esclarecedoras entre grupos importantes, no renovación de contratos en alquiler,…….

Tal vez a toro pasado sea fácil escribir estas líneas pero espero y deseo que al menos esta crisis sirva para que el empresariado español hotelero se lea la cartilla y aprenda para evitar futuras situaciones similares:

Crecimiento sí, pero de manera moderada y segura.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Buenas,
He leído su reflexión y me gustaría ñadir algo en la medida de lo posible.
Yo trabajo en un hotel pequeño de costa de tres estrellas con cliente de toda la vida. Este año hemos tenido que coger menos personal y durante menos tiempo, no porque dirección quisiera recortar gastos sino porque no hemos tenido tanto trabajo.
No es solo un tema de dinero (al menos en nuestro caso) es simplemte un tema demanda, si no hay demanda del servicio necesito menos recursos.
Además mantener personal cuando no hay trabajo no es una buena idea porque se aburren y acaban generándose situaciones que dañan la imagen del establecimiento.
Bueno sólo es una opición de una experiencia paticular.
Un saludo
Paula
www.hotelpalmeral.com
www.apartamentosmichelangelo-benidorm.com

Unknown dijo...

Buenas,
He leído su reflexión y me gustarí añadir algo en la medida de lo posible.
Yo trabajo en un hotel pequeño de costa de tres estrellas con cliente de toda la vida. Este año hemos tenido que coger menos personal y durante menos tiempo, no porque dirección quisiera recortar gastos sino porque no hemos tenido tanto trabajo.
No es solo un tema de dinero (al menos en nuestro caso) es simplemte un tema demanda. Si no hay demanda del servicio necesito menos recursos.
Además mantener personal cuando no hay trabajo no es una buena idea porque se aburren y acaban generándose situaciones que dañan la imagen del establecimiento.
Bueno sólo es una opición de una experiencia paticular.
Un saludo
Paula
www.hotelpalmeral.com
www.apartamentosmichelangelo-benidorm.com

Ignasi Casellas dijo...

Hola Paula, gracias por tu aportación que me parece muy interesante ya que destaca dos puntos importantes: Menor demanda debido a la crisis (ya apunto en la reflexión que la principalidad y la estacionalidad del destino que nos ocupe la reflexión es menos evidente) y la implicación del personal (otra batalla que el sector debería ganar pero es terreno para un buen post.

En cualquier caso, mi reflexión va más dirigida a grupos hoteleros de cuaqluier dimensión que a hoteles independientes.

Gracias por la visita, saludos,

Anónimo dijo...

Hola

Para contactar con el autor

mi email tibiabin@domibay.es

Saludos

hotel en tenerife dijo...

Quisiera agregar que he tenido la chance de hospedarme en hoteles de la zona de Tenerife y verdaderamente pude sentir el trato personal que le dan a uno más alla de rol empresario de sus propietarios. No en todos los casos podemos hablar de que la crisis haya afectado cuetiones relaciondas con la calidad de la atención.